Ambientación
En este momento serena tu espíritu. Haz que todo tu ser se centre en
el Dios de la vida. Escucha en el silencio de tu corazón: “venid a un lugar
tranquilo...”. El Señor quiere encontrarse contigo en este día, en el
campamento, en la oración, en el encuentro con los demás…, quiere que seas
feliz..., quiere que vivas desde la alegría..., olvida todo aquello que te
preocupa..., echa fuera aquello que pueda entorpecer este encuentro... El está
aquí, se acerca y te dice:”estoy a la puerta y llamo...”. Ábrele…
Himno: Frio o caliente
pero
no hoy siento que no soy sincero, oh Señor
cuando
hay dificultades te destierro a algún rincón
Prefiero
a veces negar ser tu seguidor
para
evitar los comentarios del que no
comparte
lo que creo y se ríe de mi amor.
Tú
mientras estas a mi puerta y llamas.
Quiero
entrar en tu corazón.
He
de cambiar. No puedo estar
un
día amándote y otro olvidándote
A
veces digo: “Lo eres todo, mi Señor”
Siento
que sólo tu amor basta, solo amor,
pero
al poco en mi vida me voy tras otro señor.
Comodidad,
placer, dinero, que se yo,
mil
ídolos que en nuestro ambiente son un dios,
roban
en mi tu espacio, te destierro a algún rincón.
Tú
mientras estas a mi puerta y llamas.
Quiero
entrar en tu corazón.
He
de cambiar. No puedo estar
un
día amándote y otro olvidándote
FRÍO O CALIENTE
MAS NO ME DEJAS SER UN
TIBIO NO SEÑOR
FRÍO O CALIENTE
NO QUIERO SER UN
INCOHERENTE.
FRÍO O CALIENTE, SIENDO
TEMPLADO
NO CAMINARE JUNTO A TI
FRÍO O CALIENTE
NO QUIERO SER UN INCOHERENTE,
UN INCOHERENTE NO SERÉ
Hay
veces que te anclas con fuerza en mi interior,
durante
cierto tiempo siento tu calor,
pero
luego se apaga el amor del corazón.
Hay
sitios donde vivo para ti, Señor,
pero
en otros es más difícil ser tu voz,
siempre
de ti me olvido, te destierro a algún rincón
Tú
mientras estas a mi puerta y llamas.
Quiero
entrar en tu corazón.
He
de cambiar. No puedo estar
un
día amándote y otro olvidándote
FRIO O CALIENTE…
Tú
mientras estas a mi puerta y llamas.
Quiero
entrar en tu corazón.
He
de cambiar. No puedo estar
un
día amándote y otro olvidándote
FRIO O CALIENTE…
Cuento
“Un niño se acercó a su abuelo anciano y le preguntó: Abuelo,
¿cómo es Dios? ¿cómo puedo llamarle? Porque me han dicho en catequesis que
tengo que presentarme hoy ante Él”
El abuelo se esforzó por explicar al niño que Dios era el Ser
más grande, más perfecto, el más bueno, que lo llenaba todo porque todo lo
había creado, el más sabio… El niño le siguió diciendo: “Entonces, es un ser
muy importante…” El abuelo le siguió diciendo: “El más importante de todos, más
importante que la mejor estrella de cine, más importante que el más inteligente
del mundo, más importante que el mejor jugador de fútbol,…”
El niño, con los ojos como platos por el asombro, le respondió:
“Luego, si me presento ante Él iré temblando de miedo, le tendré que llamar de
Usted o algo así, iré con mi mejor ropa…” El abuelo sonrió y dijo: “Pues es
verdad, pero lo curioso y fascinante de nuestro Dios es que es tan importante que te deja llamarle
de “tú” para que cuando te acerques a Él no le tenas miedo sino confianza… Dios
es Padre, está cercano a ti, así nos lo enseñó Jesús, porque tú, querido niño, y yo, somos hijos suyos”
Padre nuestro
Sintiéndonos hijos de Dios vamos a
rezar el padre nuestro, pero dándonos cuenta que está en segunda persona del
singular, “tú”
Oración Final (Todos juntos)
Tienes solo nuestras manos para construir
un mundo donde habite la justicia.Jesús, no tienes pies.
Tienes solo nuestros pies para poner
en marcha la libertad y el amor.
Jesús, no tienes labios.
Tienes solo nuestros labios para anunciar
por el mundo la Buena Noticia de los pobres.
Jesús, no tienes medios.
Tienes solo nuestra acción para lograr
que todos los hombres y mujeres seamos hermanos.
Jesús, nosotros somos tu Evangelio,
el único Evangelio que la gente puede leer,
si nuestras vidas son acciones y palabras eficaces.
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