El Señor
nos ha hecho un regalo muy valioso: LA VIDA.
Mi vida, tú vida es un regalo para el
mundo, que quiere ser, sobre todo, un canto de alabanza a una vida y a un mundo
que puede construirse como hogar de la humanidad ámbito de felicidad y gozo
para todas las personas sin exclusión.
Somos llamados a disfrutar de la vida
buscando lo positivo de cada situación, lo bueno y el bien que hay en ella, en
los demás y en nosotros mismos.
HISTORIA DE LA CREACIÓN
Hace millones de años el mundo estaba
vacío, oscuro y triste. Era un mundo sin día y sin noche, sin mares ni ríos,
sin flores ni colores, sin pájaros ni peces, sin niños y sin niñas…
Entonces Dios pintó en el cielo miles y
miles de estrellas. Y entre ellas, puso una bola inmensa, blanca y brillante
como el cristal: la luna. Así empezó a existir una noche bellísima. Pero el
mundo seguía estando oscuro.
Dios quiso romper la oscuridad e imaginó un
mundo lleno de luz y de calor. Para eso, puso en el cielo otra bola gigante,
amarilla y ardiente como el fuego: el sol. El mundo se iluminó y así nació el
día.
Dios se empeñó en inventar el mundo más
hermoso que se pueda imaginar. Y para ello, separó el cielo de la tierra. Y de
ella hizo surgir los mares, los lagos y los ríos. Y aparecieron los desiertos,
los prados y las montañas. Dios dio a los mares y los ríos peces de todos los
tamaños, y llenó el cielo de pájaros voladores.
Y como la tierra aún estaba vacía, Dios
cubrió los campos de hierbas y flores de todos los olores y colores; y de
plantas y árboles con frutas de todos los sabores. Y a Dios le pareció
precioso.
Dios quiso también que hubiera muchísimas
clases de animales andando por la tierra. Y creó elefantes, leones, panteras,
jirafas, monos, ardillas, vacas, caballos, ovejas, conejos y gatos. Dios estaba
muy contento con todo lo que iba creando.
Pero Dios no creó todo para él. Reservó
para el final el invento más grandioso: el hombre y la mujer. Y Dios nos creó a
los hombres y a las mujeres, a los niños y a las niñas. Al vernos, nos quiso
tanto, que nos hizo hijos suyos y nos regaló todo lo que había creado para que
lo cuidásemos.
Dios lo hizo todo muy bonito Dios creó el
mundo, las plantas, los animales. Y vio que todo era muy bueno bonito.
Pero faltaba crear algo más bonito todavía.
Y Dios creó a las personas, es decir, a los hombres, a las mujeres, a los niños
y a las niñas.
A todos ellos les dio fuerzas para crecer,
para pensar y para hacer muchas cosas. Además, Dios quiso que los hombres y las
mujeres se quisieran unos a otros y se llevaran bien. Y Dios les regaló todo lo
que había creado para que fueran felices.
CANTO:
Oración.
Lector 1:
Algo
nuevo, Señor, está naciendo en mí.
Me
siento diferente y vivo una aventura nueva.
Siento
que la vida brota en mí como un manantial.
Todos:
Aquí
estoy, Señor, lleno de vida, de entusiasmo.
Aquí
estoy, Señor, al comenzar esta aventura,
con
ganas de superarme, de avanzar por tus caminos.
Aquí
estoy, Señor. Siento que la ilusión crece en mí,
que
mi corazón busca cosas que están en la cumbre.
Lector 2:
Yo
deseo, Señor, la verdad. Quiero ser sincero.
Y
me molesta la mentira, la trampa, lo poco claro.
Yo
deseo, Señor, ser sincero y transparente
y
no acepto las máscaras, las caretas, el doble juego.
Todos:
Aquí
estoy, Señor, lleno de vida, de entusiasmo.
Aquí
estoy, Señor, al comenzar esta aventura,
con
ganas superarme, de avanzar por tus caminos.
Aquí
estoy, Señor. Siento que la ilusión crece en mí,
que
mi corazón busca cosas que están en la cumbre.
Lector 3:
Quiero
ser generoso y siento que soy egoísta.
Quiero
compartir con los demás y me cierro en mí.
Quiero
ser amigo de todos y me gusta ser yo mismo.
Todos:
Aquí
estoy, Señor, lleno de vida, de entusiasmo.
Aquí
estoy, Señor, al comenzar esta aventura,
con
ganas superarme, de avanzar por tus caminos.
Aquí
estoy, Señor. Siento que la ilusión crece en mí,
que
mi corazón busca cosas que están en la cumbre.
Lector 4:
Ahora
Jesús, que algo nuevo brota en mí;
ahora,
Jesús, que quiero cosas grandes para mi vida;
ahora,
Jesús, que necesito el apoyo de otros a mi lado;
ahora
que todo es bello en mi vida: te necesito ¡Amigo!
Todos:
Aquí
estoy, Señor, lleno de vida, de entusiasmo.
Aquí
estoy, Señor, al comenzar esta aventura,
con ganas superarme, de avanzar por
tus Caminos.
Aquí
estoy, Señor. Siento que la ilusión crece en mí, que mi corazón busca cosas que
están en la cumbre.
CANCIÓN
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